sábado, mayo 18, 2024

Ese hilo de memoria

 


Hoy he recordado a la abuela Carmen. La madre de mi madre.

Le peinaba y hacía una trenza que enroscaba en moño.

Dormía en mi cama.

Tosía por la noche.

Me quería aleccionar en aquello que ella consideraba debía.

Una mujer de provecho.

Limpieza de la casa. Fue más ella que mamá o mis tías.

En el pueblo, su nuera, mi tía Emilia, le decía que me dejara, que era muy pequeña.

Ella no lo veía así.

Después de los años, agradezco esa educación, aunque no me haya convertido en la mujer que ella me supondría.

Otro de mis recuerdos de hoy, ha sido que siempre me decía que me sentaba mejor el pelo recogido. Que las greñas no me favorecían.

Se fue en mi adolescencia. Sentí su ausencia.

Tuve muchas vivencias con ella, porque se presentaba en Huesca a menudo y se quedaba un tiempo.

Enviudó en febrero del año en que cumplí cinco. Ese mayo se casó una de sus hijas. Ella con tristeza y velo negro.

Otro febrero también se la llevó.

A mamá también.

No es un buen mes.

La abuela Carmen, cuando llegaba a una de las casas a ver a sus nietos, cogía el pan seco y hacía una sopas hervidas con huevo, que entonces me desagradaban, y que he llegado a hacer en muchas ocasiones. Se hierve ese pan con ajo y una vez está ligado se añade el huevo, removiendo. Un poco de aceite y sal y a cenar.

lunes, mayo 13, 2024

Sigo tirando de ese hilo

 


Ana, la madre de mi padre, mi abuela difícil de codificar como tal, porque siempre fue esa madre fallecida en la infancia de sus hijos.

Debo considerar que mi abuela está en mi genética y eso no es baladí.

Era ella la mayor de tres hermanas. Ayer pensé esto.

Una de ellas tiene su progenie en Argentina.

Conservo un sobre de la última carta que le envió papá, que le fue devuelta.

Aunque el apellido que conservamos es Lena, en esa pone Lira.

Muchas veces se habló del parecido con mi abuela.

Pero ella era menuda. Una de mis primas, la pequeña de la hermana de papá, parece que se le parecía más.

Muchas veces rectificó papá, diciendo que veía un parecido con esa tía.

En el entorno social que frecuentaba mi padre, decían que me parezco a él. Ahora veo muchos rasgos de mi madre.

La otra hermana de mi abuela Ana vivió en uno de los pueblos vecinos.

Felisa, la prima de papá, una tarde, en casa de mis padres, nos habló de como ella y su madre iban andando a Huesca a llevar ropa limpia al padre que estuvo encarcelado por culpa de unas vecinas que lo denunciaron.

Esta tía y papá se querían como hermanos.

Sus dos hijas son primas con las que me relaciono estrechamente.

No sé mucho respecto a esa situación, porque aquello vino a que se había encontrado con esa familia delatora y le había devuelto el saludo. 

Mamá y mi tía tenían muy buena relación. Se querían.

No sé si ese día u otro les hice foto con el móvil. Uno no tan avanzado como los que tenemos ahora. Supongo que debí copiar en el ordenador lo que ahora evoco.

Una vez, la tía Felisa le dejó el bastón, estando en nuestra casa, a mamá. Ella apreció su beneficio y a partir de entonces lo usó. Decía que le permitía ir más derecha.


sábado, mayo 11, 2024

Tirando del hilo

 


Eran tres. Teodoro, mi padre, Damiana y Elias.

Ana, su madre, murió con cuarenta. Decía papá que de necesidad. No funcionaba la sanidad como en mi tiempo. Sufrió una infección que no pudo superar.

Ella era la primogénita heredera de unas buenas tierras, pero eso no bastó.